Los juegos de azar han sido un pasatiempo muy habitual para los seres humanos a lo largo de la historia de la humanidad, sin embargo, en algunos casos puede suceder que algunas personas lleguen a desarrollar comportamientos patológicos hacia este tipo de prácticas. Más concretamente, adicciones comportamentales, lo que se conoce como juego patológico.
A continuación encontrarás un breve resumen de las características del juego patológico y, en específico, de las apuestas deportivas, un fenómeno cada vez más frecuente en las sociedades occidentales modernas.
Qué es el juego patológico?
La adicción al juego o ludopatía es un tipo de adicción comportamental basada en la necesidad irrefrenable de jugar a juegos de azar o de realizar cualquier tipo de actividad consistente en apostar el propio dinero, ya sea presencialmente o de manera online.
Aunque pueda ser considerada como una adicción menor o menos nociva, se trata de un problema de salud mental que conlleva un importante desgaste tanto psicológico como físico en la persona que lo sufre y también en las personas que están a su alrededor (amigos y familiares).
A diferencia de las adicciones químicas clásicas, la adicción al juego suele ser más difícil de detectar, ya que sus síntomas no son tan visibles y puede desarrollarse durante muchos meses en la persona sin que su entorno se dé cuenta.
Síntomas del juego patológico
A diferencia de las adicciones químicas clásicas, la adicción al juego suele ser más difícil de detectar, ya que sus síntomas no son tan visibles y puede desarrollarse durante muchos meses en la persona sin que su entorno se dé cuenta.
1. Obsesión ante el juego
La obsesión ante cualquier aspecto relacionado con el juego y la necesidad de jugar a todas horas es el principal síntoma que nos puede hacer ver que estamos ante una caso de juego patológico.
Estar todo el día hablando sobre el juego, rememorar constantemente partidas anteriores y la frustración cuando algo no va bien o cuando no se le permite a la persona jugar también es un síntoma bastante definitorio del juego patológico.
2. Cambios de humor
Los cambios de humor, la irritabilidad e incluso las conductas irascibles o violentas también son habituales en las personas que presentan un caso de juego patológico.
Estos cambios son más habituales cuando la persona no puede apostar o realizar el juego al que es adicto, lo que genera un gran malestar y una sensación intensa de angustia.
3. Afectación social
Las personas con juego patológico suelen acabar presentando problemas para mantener sus relaciones sociales o familiares, o bien viéndolas deterioradas debido a su enfermedad.
Es habitual que debido a los cambios de humor e irritabilidad que presentan las personas afectadas con este problema acaben perdiendo sus amigos y terminen distanciándose cada vez más de su familia.
4. Tolerancia
La adicción al juego opera del mismo modo que cualquier otra adicción, y por ello genera una tolerancia en la persona adicta que le empuja a apostar cada vez más dinero. Dicho de otro modo, cada vez debe involucrarse más en el mantenimiento de esa dependencia patológica para llegar a sentir un alivio puntual.
5. Ocultación del problema
Ocultar el problema es algo que hacen la mayoría de personas con cualquier tipo de adicción, y en el caso del juego patológico es también una conducta habitual.
La persona con este problema ocultará y negará su problema desde el primer día, mientras va desarrollando plenamente la adicción y sus apuestas son cada vez mayores.
6. Dificultad para controlar la adicción
Las personas con juego patológico presentan verdaderas dificultades para controlar la frecuencia y la cantidad de apuestas que realizan durante el día. Sienten que dejan de tener las riendas de lo que ocurre en sus vidas.
Este síntoma es visible, ya que la persona se muestra incapaz de disminuir, por ejemplo, la cantidad de dinero que apuesta o las veces que lo hace al cabo de una semana.
La adicción a las apuestas deportivas
La adicción a las apuestas deportivas se ha convertido en los últimos años en un verdadero problema de salud pública, principalmente en gente cada vez más joven, que son quienes acostumbran a presentar esta patología en mayor medida.
El auge de las apuestas deportivas online y la masiva campaña de publicidad que llevan haciendo durante años estas casas de apuestas han posibilitado que cada vez más jóvenes (sobre todo hombres de entre 18 y 35 años) acaben siendo adictos a las apuestas deportivas.
En las campañas de marketing utilizadas para promover estas apuestas se pone el foco en conceptos como el éxito, la excitación que produce la competición, la explosión de alegría que genera el ver cómo gana nuestro equipo, etc. En definitiva, se crea un imaginario en el que la persona que apuesta forma parte, de algún modo, de la competición; se fusiona con los jugadores que intentan ganar sobre el campo.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que la adicción a las apuestas deportivas no es una patología separada del juego patológico; se trata más bien de un subtipo de este fenómeno. Por ello, no aparece recogido como concepto en los manuales diagnósticos.
Busca apoyo terapéutico
Aunque las adicciones comportamentales son patologías persistentes y complejas, es posible tratarlas y hacer que la persona pase página y las supere. Pero para ello, es imprescindible buscar ayuda profesional en el contexto de la terapia.