Un estudio del APC Microbiome Ireland (Irlanda) publicado en ‘The Lancet eBioMedicine’ ha observado que las alteraciones en el microbioma intestinal se vinculan con la práctica habitual de los atracones de bebida alcohólica en los jóvenes.
El consumo excesivo de alcohol es el patrón más común de abuso de alcohol durante la adolescencia y se asocia con un mayor riesgo de desarrollar alcoholismo y de experimentar alteraciones cognitivas que pueden persistir en la edad adulta.
Ante esto, en el trabajo el consumo excesivo de alcohol se asoció con distintas alteraciones del microbioma y dificultades de reconocimiento emocional.
También se encontraron asociaciones para varias especies de microbiomas vinculadas con el procesamiento emocional y la impulsividad.
En este sentido, los investigadores encontraron un fuerte vínculo con los antojos y las alteraciones en la composición del microbioma, así como el potencial neuroactivo a lo largo del tiempo.
Estos hallazgos pueden ayudar en el desarrollo de nuevas intervenciones dietéticas o prebióticas dirigidas a mejorar la microbiota temprana relacionada con el alcohol y las alteraciones cognitivas en los jóvenes bebedores durante el período de vulnerabilidad de la adolescencia.