Según un estudio reciente, los consumidores diarios de marihuana tendrían alrededor de un tercio más de probabilidades de desarrollar enfermedad de las arterias coronarias (EAC) que los que nunca habrían consumido.
Este estudio, uno de los más grandes y completos hasta la fecha, se presentó en la Sesión Científica Anual del Colegio Estadounidense de Cardiología junto con el Congreso Mundial de Cardiología a medida que el cannabis se vuelve legal en más y más estados de EE. UU.
El tipo más frecuente de enfermedad cardíaca, EAC, se desarrolla cuando las arterias que suministran sangre al corazón se estrechan como resultado de una acumulación de colesterol. Con frecuencia produce dolor en el pecho, fatiga y dificultad para respirar y puede causar un infarto de miocardio. Algunos estudios han sugerido que el consumo de marihuana puede aumentar el riesgo de ataques cardíacos, derrames cerebrales y otros eventos cardíacos, especialmente en personas jóvenes.
Dr. Ishan Paranjpe, MD, residente de la Universidad de Stanford. (Estados Unidos) y autor principal del estudio: «descubrimos que el consumo de cannabis se asocia con enfermedades cardiovasculares y parece haber una relación dosis-respuesta en la que el consumo más frecuente de cannabis se asocia con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares». En cuanto al mensaje de salud pública, demuestra que puede haber algunos daños asociados con el consumo de cannabis que aún no se han identificado, y las personas deben ser conscientes de ello».
Los hallazgos mostraron que los consumidores diarios de cannabis tenían un riesgo 34 % mayor de desarrollar enfermedad de las arterias coronarias que los no consumidores de la droga después de controlar la edad, el sexo y los factores de riesgo cardiovascular significativos. Por otro lado, el consumo regular de cannabis no se relacionó con un riesgo notablemente mayor de enfermedad de las arterias coronarias (EAC).
La investigación de aleatorización mendeliana encontró que las personas con trastornos por consumo de cannabis tenían más probabilidades de desarrollar EAC, lo que indica que había un vínculo causal. Esta relación causal tampoco se vio afectada por los posibles efectos de confusión del consumo de tabaco y alcohol en el análisis genético.
Basándose en estos resultados, los investigadores señalan que es importante que las personas sean conscientes de que el consumo de cannabis no está exento de riesgos y que se aseguren de informar a su médico si consumen cannabis para que los médicos puedan tomar las medidas adecuadas para vigilar su salud cardiaca.
Estudios anteriores han sugerido que el tetrahidrocannabinol (THC), la molécula responsable de los efectos psicoactivos del cannabis, actúa sobre receptores que se encuentran en el sistema nervioso central y en el corazón y los vasos sanguíneos.
Esta interacción entre el THC y los vasos sanguíneos puede proporcionar una vía para que el cannabis promueva la inflamación y la acumulación de placa, lo que en última instancia conduce a la EAC. No se esperarían necesariamente los mismos efectos con el uso de cannabidiol (CBD), otro ingrediente activo del cannabis y el cáñamo que se extrae habitualmente para productos que no contienen THC.
Al ayudar a comprender mejor las vías moleculares implicadas en el consumo de marihuana y las cardiopatías, los hallazgos podrían abrir nuevas oportunidades de intervención para prevenir o tratar las cardiopatías.