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Adicciones: tipos, características y cómo identificarlas

En la actualidad, el concepto de adicción abarca mucho más que el uso de sustancias ilegales. Las adicciones se clasifican en dos grandes grupos, en función de si implican el consumo de una sustancia o si están asociadas a una conducta repetitiva y descontrolada que genera dependencia y deterioro funcional en la vida de la persona.

1. Adicciones a sustancias

Este tipo de adicción se produce cuando el consumo de una sustancia química (legal o ilegal) genera dependencia física y/o psicológica.

Alcohol

A pesar de ser legal, el alcohol sigue siendo la sustancia más consumida y normalizada en nuestra sociedad. Su consumo excesivo se asocia con:

  • Problemas de salud hepática, cardiovascular y neurológica.
  • Aumento de conductas violentas o de riesgo.
  • Dificultades emocionales y cognitivas.
  • Síndrome de abstinencia grave (potencialmente mortal).

La presión social, especialmente entre jóvenes, dificulta la identificación del problema y el acceso a tratamiento. El alcoholismo sigue siendo una de las adicciones con más impacto familiar y social.

Cocaína

Droga estimulante muy adictiva. Se asocia con:

  • Alta euforia seguida de un bajón emocional.
  • Cambios drásticos en el estado de ánimo.
  • Fuerte dependencia psicológica y riesgo de recaídas, incluso tras años de abstinencia.
  • Deterioro cardiovascular y neurológico.

Psicofármacos

Ansiolíticos, hipnóticos y antidepresivos pueden generar dependencia, sobre todo cuando se usan sin control médico o durante períodos prolongados.

  • Se genera tolerancia rápida, lo que lleva a aumentar dosis.
  • Riesgo alto de automedicación y síndrome de abstinencia.
  • Especial atención a benzodiacepinas y opioides prescritos.

Opiáceos

Incluyen heroína y analgésicos opiáceos (como el fentanilo). Muy adictivos y con efectos devastadores:

  • Altísimo riesgo de sobredosis.
  • Deterioro físico severo.
  • Problemas sociales, laborales y legales.

Esteroides anabolizantes

Utilizados para mejorar el rendimiento físico, especialmente en entornos deportivos o de estética corporal. Efectos secundarios:

  • Daños hepáticos y cardiovasculares.
  • Trastornos hormonales.
  • Cambios de humor e irritabilidad extrema.

Cannabis

Droga ilegal más consumida, especialmente entre jóvenes.

  • Falsas creencias sobre su inocuidad.
  • Problemas cognitivos, de memoria y aprendizaje.
  • Asociación con trastornos psicóticos en personas vulnerables.

2. Adicciones comportamentales

No implican consumo de sustancias, pero generan pérdida de control, dependencia emocional y deterioro personal. Están en aumento, especialmente con la digitalización.

Adicción al sexo y la pornografía

  • Uso compulsivo de contenido sexual digital.
  • Dificultades para mantener relaciones sexuales reales.
  • Trastornos como anorgasmia, disfunción eréctil o aislamiento social.
  • Aumenta la tolerancia: se necesita más estimulación para el mismo efecto.

Juego patológico (ludopatía)

Apuestas deportivas, casinos online, slots… se han digitalizado y están al alcance de todos, incluidos menores.

  • Refuerzo intermitente que alimenta la adicción.
  • Pérdida de dinero, relaciones y control emocional.
  • Alta comorbilidad con ansiedad y depresión.

Adicción a la comida

Relacionada especialmente con el trastorno por atracón:

  • Pérdida de control al comer.
  • Sensación de culpa y malestar posterior.
  • Aumento de obesidad, diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.

Adicción a nuevas tecnologías

La hiperconectividad ha creado dependencia a:

  • Móviles, redes sociales, videojuegos, plataformas de streaming.
  • Problemas de concentración, aislamiento social y ansiedad.
  • Especialmente prevalente en adolescentes.

Compras compulsivas

  • Gasto desmedido e impulsivo.
  • Alivio momentáneo seguido de culpa.
  • Problemas económicos y emocionales.

Adicción al trabajo (workaholism)

  • Dificultad para desconectar del entorno laboral.
  • Problemas en relaciones personales.
  • Agotamiento, estrés crónico y síndrome de burnout.

Señales comunes en ambos tipos de adicción

  • Negación: «Yo puedo parar cuando quiera», «no es tan grave».
  • Deterioro progresivo: en relaciones, salud, economía o bienestar general.
  • Pérdida de control: la persona quiere parar, pero no puede.
  • Persistencia a pesar de las consecuencias: seguir consumiendo o repitiendo la conducta aunque haya consecuencias negativas claras.

Comprender las adicciones es el primer paso para prevenir y acompañar

Las adicciones no definen a la persona. Son una manifestación de un malestar más profundo.

El tratamiento de cualquier tipo de adicción no debe limitarse a eliminar el consumo o la conducta compulsiva. Es esencial abordar la raíz emocional, relacional y social del problema:

  • ¿Qué está intentando calmar la persona con esa sustancia o conducta?
  • ¿Qué vacíos, traumas o necesidades no expresadas se esconden detrás?
  • ¿Cómo se pueden construir nuevas formas de vincularse, de cuidarse y de afrontar la vida?

El enfoque más eficaz es el multidisciplinar, que combine atención médica, psicológica, social y familiar. Solo así se puede acompañar de forma realista y humana a quien atraviesa un proceso de recuperación.

Recuerda, no estás solo en esto. Llama para una primera visita gratuita, donde un equipo de profesionales te asesorará.

Primera publicación: marzo de 2021 – Última actualización: septiembre de 2025